Lo cierto es que la protagonista de Ghost, una de las máximas figuras de Hollywood, supo capear todas las tempestades que se le presentaron. Incluso la que más hizo sufrir a su círculo íntimo: su adicción al alcohol.
La mujer de 56 años -para quien el tiempo parece no haber pasado- aceptó sentarse frente a una cámara de televisión junto con las tres hijas que tuvo con Bruce Willis -Rumer, Scout y Tallulah- para discutir sobre los detalles aparecidos en la autobiografía Inside Out, uno de los más celebrados best sellers de los últimos tiempos en los Estados Unidos.
Durante la entrevista conducida por Jada Pinkett Smith, la menor de las hermanas, Tallulah, fue consultada respecto a ese lado oscuro de su madre. Pero específicamente, la conductora preguntó acerca de lo que ella había sentido al ver a Demi en estado de ebriedad. “Es como si el sol se hubiera puesto y un monstruo hubiera venido”, afirmó Tallulah sobre los momentos en que su madre había bebido en exceso.
“Recuerdo solo la ansiedad que surgía en mi cuerpo cuando sentía que sus ojos se estaban cerrando un poco más... por la forma en que hablaba. O que sería mucho más cariñosa conmigo si no estuviera sobria”, añadió la joven de 25 años.
“Era muy extraño y había momentos momentos en los que nos enojábamos. Recuerdo estar muy molesta y tratarla como a una niña y hablarle como a una niña. No era la madre con la que habíamos crecido”, dijo Tallulah con Demi sentada frente a ella.
“Era todo adverso”, aportó Rumer, la mayor de ellas (31 años) cuando fue su turno.
La mala relación con sus hijas -y la profundización de sus adicciones- llegaron tiempo después de que Moore se separara definitivamente del actor Ashton Kutcher. “Estaba luchando mentalmente y no se cuidaba”, confió una fuente cercana a la mujer a la revista People. “Ella tampoco tenía la mejor relación con sus hijas y su vida se convirtió en un caos”.
El libro, escrito en colaboración con Ariel Levy, salió en septiembre pasado en los Estados Unidos. Revela intimidades como la pérdida de un embarazo avanzado a los 42 años, el vértigo autodestructivo de sus padres, una violación a los 15 años, la adicción a distintas sustancias, las relaciones abusivas y los trastornos de alimentación detrás de la máscara hermosa. “He tenido una suerte extraordinaria en la vida: tanto buena como mala suerte”, escribió la actriz. “Escribir todo me hace comprender que mucho fue muy loco, muy improbable. Pero todos sufrimos, y todos triunfamos, y todos podemos elegir cómo sostener ambas cosas".
“La misma pregunta me daba vueltas en la cabeza: ‘¿Cómo llegué hasta aquí?’”, comienza el prólogo.
Fuente Infobae
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