El que lee, escribe, y el que edita,
piensa. La conciencia del que redacta debe de ser pura y creíble.
No podemos utilizar el lápiz como un látigo, ni para crear perjuicios, y
mucho menos para argumentar falsedades. Por tanto, lo malo no es decir la mentira,
lo malo es que tu creas la mentira que dices.
Un hombre bien informado, no especula,
concientiza a los demás. Luchemos para que la sensatez y el buen juicio
despierten el patrón del buen pensamiento en aquellos que dejan de dormir por
pensar en el destino del otro y en la destrucción de la moral y la imágen de
algunos hombres que si luchan y viven focalizados en el avance personal y en el
crecimiento de tantos.
Ojalá llegue a tiempo a la mente de algunos
hombres buenas ideas, el pensamiento crítico, para que sigamos por el buen
sendero. Pongámos en práctica la gratitud, así nuestro espíritu podrá estar
tranquilo, pensemos en el bien común. Hay que llevar a un tribunal de
conciencia a algunas personas. Es preferible quedar sólo con la verdad y en lo
correcto, antes que me sigan los injustos con los errores, hay una
frustración en termino moral con los que son nuestros representantes que
conlleva a un análisis profundo en este preciso momento.
Aprendamos a llevarnos bien para superar el
respeto. Hagamos lo posible por ser buenos seres humanos, objetivos, sanos, sin
malicia y confiados.
Entendiendo que la confianza engendra
esperanza. Ojalá Dios limpie el raciocinio de algunos individuos que
hacen cosas que prohíben que el buen sentimiento actúe.
*~Autor:
Tony De León~*
Excelente artículo hermano de León, cuanto me gustaría que su parecer sea interpretado y aplicado en el diario vivir de mucha gente que vive en la ignorancia.
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